Starfield, un RPG masivo en el espacio, ¿vale la pena comprarlo?

Starfield es uno de los lanzamientos más esperados del año, y con razón. Hecho por Bethesda, este título recuerda a Skyrim y Fallout, como era de esperar, pero se trata de una franquicia totalmente nueva. Reutiliza de nuevo el mismo motor que llevan tiempo utilizando para sus juegos, y se nota. Comparado con el Fallout 76, Starfield se ve considerablemente mejor y los modelos son más detallados. Sin embargo, se sigue notando el motor en las animaciones, expresiones faciales y todo el apartado visual del juego. Este título viene lleno de cosas positivas y negativas. Para algunos jugadores será una experiencia inolvidable, y para otros causará indiferencia.

Lo primero que viene a la mente al pensar en Starfield es la ambición con la que se ha hecho este juego y el tamaño que tiene. Las dimensiones del juego son increíbles, dando una libertat total al jugador para explorar una galaxia con más de 1000 planetas explorables. Y no solo eso, las múltiples builds posibles dan tanto la posibilidad de hacer roleplay (podiendo adoptar el papel de un mercenario o gangster, entre muchos otros) y ofrecen una grandísima rejugabilidad. ¿Vale la pena comprar Starfield?

¿Qué ofrece Starfield?

Starfield

Ya desde su concepción el juego se parecía a No Man’s Sky. Un simulador espacial, una galaxia entera por explorar, aspectos de RPG… pero sin contar con multijugador. La misma ambición que terminó sorprendentemente mal en 2016, pero varios años después. Starfield tiene todo lo bueno que tienen los juegos de Bethesda, y relativamente modernizado (con este motor es inevitable que el juego parezca un título de la generación pasada). Tiene una interacción con los NPCs y el mundo que recuerda mucho a Fallout (especialmente Fallout 4) y The Elder’s Scrolls, por lo que si te gustan los títulos de aquellas sagas es casi seguro que te va a encantar Starfield. Al fin y al cabo es más de lo mismo, pero en un escenario completamente distinto.

La personalización y aspectos de RPG son clave en los títulos de Bethesda, y Starfield no es la excepción. Podremos crear y diseñar nuestras propias naves utilizando distintos módulos que podremos ir encontrando de distintos fabricantes. Estos módulos son tanto cosméticos como funcionales. Las armas también son personalizables, podiendo adaptarlas con distintos módulos. Los aspectos de RPG están bastante profundizados, y la personalización da muchas posibilidades. Todas las interacciones con las naves (tripularlas, capturarlas, combatir…) están muy bien hechas.

Es inevitable compararlo con No Man’s Sky, ya que al final son los únicos dos juegos del estilo. Los planetas son muchos menos (unos 1000), pero tienen muchísimo más contenido. Son más realistas, tanto sus biomas como criaturas y, por supuesto, ciudades, que se sienten vivas y dinámicas. El combate a pie también está muchísimo más logrado, muy parecido al de otros títulos de Bethesda. También hay que tener en cuenta que NMS es un sandbox, y Starfield es un juego de rol de mundo abierto con elementos de sandbox.

¿Qué es lo mejor de Starfield

Starfield cuenta con una historia principal y un sistema de progresión profundo. En este sentido es muy parecido a Fallout 4 (teniendo en cuenta las diferencias en la localización, evidentemente). Hay una gran cantidad de misiones secundarias. Aunque algunas son procedurales, hay muchas hechas a mano que son una buena distracción de la historia principal y que pueden llegar a ser igual de interesantes. No recomendamos jugar el juego como un modo historia lineal, ya que tenéis libertad total para explorar la galaxia como queráis. Lo mejor de este título es poder ir a tu ritmo y que cada jugador vaya a tener una experiencia distinta jugándolo.

Cuenta con un sistema de construcción de puestos es similar al de juegos anteriores de Bethesda, siendo un aspecto opcional del juego si no queréis hacerlos. También cuenta con un sistema de creación de personajes bastante complejo, tenieno opciones para personalizar tanto la apariencia como lore y estadísticas dedl personaje. El trasfondo de nuestro personaje afectará a las conversaciones con los NPCs, por lo que recomendamos no fijarse únicamente en las estadísticas sino también en el aspecto de roleplay del juego. Y, evidentemente, la posibilidad de hacerse múltiples builds le añade rejugabilidad al título, siendo posible revisitarlo pasado un tiempo (como el resto de títulos de Bethesda).

Starfield incorpora mecánicas familiares de la compañía, como el sigilo y el hackeo. Nos encontraremos con distintos eventos relacionados con NPCs, podiendo realizar robos y participar en minijuegos de persuación. También podremos contratar a NPC para que nos acompañen en nuestras aventuras, y también podemos unirnos a varias facciones con líneas de misiones independientes. Es un juego lleno de contenido, y todo de buena calidad.

¿Cuáles son los puntos negativos de Starfield?

Starfield

El problema de Starfield es que es un título más de Bethesda. Se trata del mismo juego una vez más, y pese a ser muy distinto en cuanto a ambientación, es inevitable que nos recuerde a Fallout 4. Y visualmente es lo mismo, pareciendo un juego de pasada generación. Especialmente las expresiones faciales de los NPCs, que dan mucho que desear. Si lo comparamos con otros títulos de la compañía, Starfield no ha salido demasiado mal y no tiene muchos bugs. Hay algunos, pero son graciosos (como el NPC con la cabeza girada del trailer) y no deberían afectar a la progresión. Y un problema grandísimo que tiene: las pantallas de carga. Te cortan totalmente la experiencia, son muy molestas y no tienen cabida en un juego de mundo abierto en 2023.

También ha tenido mala suerte de salir después de seguramente el mejor RPG de los últimos 10 años, Baldur’s Gate 3, ya que es inevitable realizar comparaciones. Las diferencias son muy notables, y no solo gráficamente. En cuanto a aspectos RPG, Baldur’s Gate 3 le da varias vueltas, teniendo diálogos muchísimo más complejos, mejor lore, más posibilidades de buildearse, más formas de interactuar con el mundo, etc. Como RPG, Baldur’s Gate es muchísimo mejor, y eso le pasa factura. Al final, Starfield es otro juego más de Bethesda, y pese a su calidad y ambición se siente como un juego anticuado cuando lo comparamos con lo mejor del año.

Y otro problema que tiene es la optimización. Siendo un juego patrocinado por AMD, está optimizado sobretodo en gráficas de la marca. Mientras que en gráficas de Nvidia, el rendimiento es bastante malo (por no decir otra cosa). Y no es un boicot a la compañía, simplemente es que el juego está muy mal optimizado. Y tampoco es compatible con DLSS (al menos hasta que salga el FSR 3). Los requisitos mínimos son 16 GB de RAM y una GPU AMD Radeon RX 5700, mientras que los recomendados son 16 GB de RAM y una GPU AMD Radeon RX 6800 XT. Esto es absurdísimo, y para conseguir buenos fps hace falta un muy buen PC. De hecho, es el primer título capaz de hacer que una RTX 4090 no llegue a 60 fps estables (y todo esto viéndose como un juego de PlayStation 4).

¿Vale la pena comprar Starfield?

Starfield
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Eso no quiere decir que sea un mal juego, ni mucho menos. Simplemente debéis saber que no se trata de ninguna revolución, y ya sabíamos desde que se mostró el primer trailer cómo sería el juego. En este sentido Bethesda es bastante predecible, y ya deberíais saber si os va a gustar o no. Si os gustan los títulos de la compañía, Starfield es más y mejor, a unos niveles a los que no se había llegado. Lo único grave a comentar serían los problemas de optimización, pero se irán solucionando poco a poco (y una vez tengamos FSR 3 ya estará resuelto). El juego es extensísimo, y está lleno de contenido de calidad. Hay muchísima rejugabilidad y mucho que ver. La mejor forma de definirlo es como un Fallout 4 en el espacio, pero gigantesco. No revoluciona la industria, pero no le hace falta.

Además, algo bueno de estar patrocinado por Microsoft es que Starfield está en el Gamepass. Antes de comprarlo (especialmente costando 70€), recomendamos probarlo desde el Gamepass. Si os gusta el inicio, os gustará todo el juego. Y para los fanáticos de los títulos de compañía, seguramente sea uno de los juegos que más disfrutéis de los últimos años. Es previsible, y eso puede decepcionar a algunos, pero al fin y al cabo es lo que la gente pedía. Eso si, es momento ya de dejar de utilizar este motor gráfico (es bastante gracioso tener el mismo zoom que había en Oblivion a la cara de los NPCs cuando hablamos con ellos).

Conclusiones

Starfield será un título que apasione a mucha gente, y con razón. No hay ningún título del estilo tan ambicioso, y los que hayan jugado No Man’s Sky estarán soñando con un título como este. La profundidad que le da el toque RPG a Starfield con respecto a NMS es muy notable, y todas las posibilidades y maneras de jugarlo harán que tengáis juego para rato. Su mayor fallo es haber salido mal optimizado y ser un juego que en esencia ya hemos visto. A pesar de eso, es una experiencia personal e increíble, y puede llegar a tomarte más de 100 horas. La campaña principal dura unas 30-40 horas, pero no olvidéis que el juego es un mundo abierto y que podéis perderos e ir a explorar el mundo de tanto en tanto.

Este 2023 está lleno de títulos interesantísimos, y recientemente también ha salido Mortal Kombat 1, un gran añadido al género de lucha. Si os interesa, echad un vistazo a nuestra review sobre el juego. Y, si queréis saber más sobre tarjetas gráficas (especialmente teniendo en cuenta lo exigente que es Starfield), no dudéis en ver nuestro artículo con las mejores tarjetas gráficas del mercado, así os podéis hacer una idea del presupuesto que hace falta para montar un PC con ellas y a qué podéis jugar.

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