Tunic es uno de los indies que más ha llamado la atención el año pasado. Está disponible tanto en Steam como en consolas como PlayStation, Xbox y la Nintendo Switch. Este juego fuertemente inspirado en The Legend of Zelda (los primeros con vista isométrica) ofrece una experiencia única y misteriosa que os tendrá enganchados a la pantalla durante unas 20 horas.
Lo primero a destacar del juego es que está en catalán, un extraño idioma rúnico del cual no vais a entender nada (no es realmente catalán, pero es una broma fácil). Eso es así para todo: descripciones de objetos, carteles, etc. Y es que la gracia del juego está en descubrir todo poco a poco, aprendiendo mecánicas sin saber muy bien qué estamos haciendo. Tunic nos lanza de cabeza a un mundo misterioso sin decirnos nada ni darnos ninguna pista, e iremos intuyendo la historia a medida que avanzamos.
¿Vale la pena comprar Tunic?
Por algún motivo desconocido comprarlo en forma física es algo caro, mientras que si lo compráis en Steam por ejemplo cuesta 28.99€. Tunic es un juego de aventura low-poly en vista isométrica, inspirado en Zelda y que tiene un desarrollo y forma de explicar las cosas única. Tampoco diremos mucho sobre las mecánicas del juego ya que gran parte de la gracia es no saber qué estamos haciendo hasta bastante avanzado el juego.
A lo mejor nos encontramos con una puerta bloqueada que no podemos abrir, y a saber qué objeto hace falta para abrirla, en cuyo caso tocaría buscar otra ruta y explorar por otro camino. Una vez descubramos como abrir esa puerta, si nos acordamos podemos volver. El mundo está lleno de atajos y caminos que iremos desbloqueando, y el mundo está plagado de secretos que recompensan investigar cada rincón.
Mientras vamos explorando, iremos encontrando páginas del manual. A pesar de que el manual esté en catalán, podremos recurrir a este para encontrar pistas que nos acabarán ayudando en la aventura. Si no encontramos la página que necesitamos en concreto, tocará imaginársela (o hacer trampa y buscarla en internet) o investigar más. Se trata de una experiencia única y desafiante muy recomendable a los amantes de los buenos juegos indies y los juegos de Zelda.